La Torre ABU es uno de los proyectos clave en la capital gaditana en los últimos tiempos, el punto más alto de este rascacielos alcanzará los 75 metros, tan sólo será superado por el edificio de telecomunicaciones más conocido como ‘El Pirulí de Cádiz’. Este nuevo gigante que vigilará ‘La Tacita’ ya ha comenzado a construirse y entre las avenidas Marconi y Sanidad Pública, en los antiguos depósitos de tabaco y junto a la futura Ciudad de la Justicia.
Este nuevo edificio que generará un skyline diferente de la ciudad, es una apuesta clave de Grupo ABU por la provincia de Cádiz, donde ya tiene en marcha otras promociones tanto en la capital como en Zahara de los Atunes.
El rascacielos de Cádiz, un mirador inigualable
La Torre ABU, por su ubicación y por su altura, posee una posición privilegiada sobre todo el paisaje: vistas a toda la bahía, a la Costa Atlántica o al mismo casco histórico y la imponente silueta de su Catedral de Cádiz de fondo, respondiendo con la misma atención a sus cuatro puntos cardinales.
Desde el inicio, se ideó con el fin de aprovechar al máximo las vistas sobre la ciudad, es un lugar para rendirse a las panorámicas y a la luz que baña la capital gaditana. Donde sacar el máximo partido a los amaneceres y los atardeceres de la ciudad trimilenaria. Por ello, todas sus fachadas cuentan con terrazas en esquina y con el máximo vuelo permitido, facilitando dicha curiosidad sobre su alrededor. Esta adquiere su máxima expresión en la coronación de la torre, diseñada para una visión panorámica.
En la cubierta, ideada como un homenaje a Cádiz, encontramos un lugar privilegiado con un fantástico mirador y una piscina en la que relajarse, disfrutar de la luz y el buen tiempo de Cádiz sin salir de casa. Sin duda, la guinda del pastel de la torre, espacios para enamorarse, cuidadosamente diseñados.
Un homenaje a Cádiz
Como no podría ser de otra forma, la Torre ABU se inspira en Cádiz y toma la luz como referente. Pero no es el único guiño, los materiales y colores empleados son los que históricamente ayudan a reflejar la excepcional luz de la costa y recortan su esbelta silueta sobre el intenso azul del cielo gaditano.
Las históricas Torres-Miradores del S XVII y XVIII también fueron un referente a la hora de diseñarla. Sus líneas de cornisas, sus azoteas y estudiados remates de coronación sirvieron de guía e inspiración para el diseño final de la torre.
Para terminar, un último homenaje a la ciudad de Cádiz y a su majestuosa catedral. La icónica y vidriada cúpula amarilla, y su capacidad para realzar la de por sí la esplendorosa luz gaditana, sirven de inicio para mostrar sus máximos respetos a dicha arquitectura. Formas circulares, que parecieran casquetes seccionados, invertidos y descompuestos de la cúpula de la catedral, y elevados estratégicamente en sus esquinas, ayudan a configurar un remate panorámico como nuevo hito para el edificio residencial más alto de la ciudad. De este modo, quiere mostrarse un remate atento y curioso a lo circundante, donde el reflejo de la luz y las sombras potencien la anhelada luminosidad gaditana mediante pérgolas curvas de tonos cálidos que intentan aprender algo de lo construido siglos atrás.