¿Todavía no sabes si decidirte por comprar tu nueva vivienda en un residencial con áreas comunes o no? Sin duda, la compra de la primera vivienda es una decisión que no hay que tomar a la ligera, y tampoco una segunda residencia, una vivienda vacacional o un inmueble para alquilar e invertir. Pero si hay algo que está muy claro es que vivir en este tipo de edificios tiene muchos beneficios a corto y largo plazo, tanto en tu salud mental y física como en tu economía y tu satisfacción con tu hogar.
Espacios al aire libre y mejora de la calidad de vida
Sin duda, poder disfrutar de espacios verdes y jardines con tan solo bajar de casa, o subir a la terraza común, es todo un lujo. Los residentes pueden disfrutar de estas zonas en su tiempo libre tanto como deseen, favoreciendo las interacciones sociales y promoviendo la realización de actividades al aire libre que ayuden a mejorar tanto la salud mental como la física de los residentes. Desde un baño refrescante en la piscina, hasta unas cervezas en las hamacas con los vecinos, o una parada al Sol en invierno. Y además, los niños se lo pasarán en grande jugando o dándose un chapuzón, con la tranquilidad de que están en un entorno controlado.
Lo que está claro es que poder disfrutar de estas áreas verdes al aire libre desempeñan un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida al ofrecer una serie de beneficios que abarcan tanto el bienestar físico como emocional. Hay sendos estudios que demuestran que pasar tiempo al aire libre está asociado con la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión.
Oportunidad de hacer ejercicio al aire libre sin salir de casa
La posibilidad de practicar actividades al aire libre sin tener que salir de casa es una oportunidad única para mantenerse activo y saludable de manera sin perder tiempo yendo a un gimnasio. De hecho, uno de los espacios comunes favoritos para muchos son los gimnasios privados incluidos en algunos residenciales.
Con zonas al aire libre como jardines y áreas deportivas en tu residencia, puedes realizar ejercicio como correr, hacer yoga, nadar o simplemente disfrutar del aire fresco en un entorno familiar. Esto no solo optimiza tu tiempo, sino que también fomenta un estilo de vida activo y equilibrado, contribuyendo a tu bienestar físico y emocional sin la necesidad de desplazarte a un gimnasio o un parque.
Disfrutar del ocio y de una vida social más activa
Vivir en un residencial con áreas comunes fomenta el sentimiento de comunidad y los lazos que unen a sus residentes. Compartir espacios promueve las interacciones entre vecinos y te da la oportunidad de conocer a gente nueva y hacer amigos. Tener espacios al aire libre y áreas de ocio al alcance de tu mano os ofrece la oportunidad de disfrutar de momentos de ocio y socialización de manera más activa y enriquecedora. Estos espacios proporcionan un escenario natural para reunirse con amigos, familiares y vecinos y disfrutar de la compañía mutua. Desde picnics en el césped hasta juegos al aire libre, estos lugares promueven una vida social más dinámica y estimulante. Además, al fomentar la interacción y el entretenimiento, contribuyen a fortalecer vínculos, cultivar amistades y crear recuerdos inolvidables.
Más opciones de entretenimiento
Las zonas de jardines y las áreas compartidas y de ocio brindan una amplia gama de opciones de entretenimiento que enriquecen la vida diaria y ofrecen oportunidades para todos los gustos. Además de poder hacer deporte al aire libre y socializar con los demás residentes hay muchas otras cosas que se pueden hacer en un residencial para pasarlo genial. Desde organizar un picnic en el césped, a leer un libro al aire libre y relajarse, o jugar a las cartas con los vecinos… Los más pequeños pueden disfrutar de actividades y juegos organizados para todos los niños. Algunos residenciales organizan proyecciones de películas, conciertos u obras de teatro al aire libre para el disfrute de los residentes. Y si además cuentan con Club Social, ¡mucho mejor!
Aportan tranquilidad y seguridad a los inquilinos
Los residenciales son edificios preparados con tecnología para mitigar la incertidumbre y la inseguridad con la vigilancia necesaria y zonas de acceso restringidas para los inquilinos. Este tipo de edificios suele estar equipado con videovigilancia e incluso hay residenciales que disponen de seguridad privada.
Por otro lado, el hecho de vivir y crear una comunidad con los demás residentes crea un ambiente seguro para todos y para los más pequeños ya que siempre habrá alguien vigilante si algo ocurre. En este aspecto, los niños pueden jugar y crecer con amigos y vecinos sin tener que desplazarse fuera del área residencial y de forma segura y controlada.
En conclusión, vivir en un residencial con jardines y zonas compartidas tiene un impacto profundo en la calidad de vida de los residentes. Más allá de ser simples comodidades, estos entornos proporcionan muchos beneficios tanto a nivel físico como mental, aportando calidad de vida y creando una comunidad unida.