La construcción en Cádiz de la Torre ABU, edificio residencial que la promotora sevillana levanta en la esquina de Marconi con la avenida de la Sanidad Pública, va a marcar dos hitos en el urbanismo de la ciudad. Por una parte, su altura, pues con las 20 plantas previstas le convertirán en el edificio residencial más alto de toda la provincia y uno de los mayores de Andalucía.
Por otra, el proyecto apuesta por una técnica de construcción novedosa en la ciudad de Cádiz pero que poco a poco se está introduciendo con más fuerza en el sector inmobiliario: la construcción industrial.
El edificio ya ha alcanzado la séptima planta, sobre un total de una veintena. Se avanza rápido por lo que en apenas unas semanas se llegará ya a la mitad de la altura final del inmueble. Pero, a la vez, se está trabajando en el cerramiento de las primeras plantas, sin utilizar los tradicionales ladrillos. Así, la empresa sevillana ha apostado en esta ocasión (este es el tercer edificio que ejecuta en Cádiz capital) por la construcción industrial, inaugurando en la ciudad este modelo de realización de las obras. Este proceso permite agilizar los trabajos.
Destaca Daniel Villegas, director técnico del Grupo ABU, que estas piezas “son módulos de hormigón prefabricados que se eligen porque se tiende a la industrialización del proceso constructivo, además que de esta manera se evita tener que montar andamios en la fachada. En este tipo de proyecto como Torre Abu, debido a la altura, es contraproducente tanto como para la construcción como para la seguridad del equipo”.
Hay que tener en cuenta que el edificio va a tener una altura de unos 75 metros altura. Trabajar en las últimas plantas de la forma tradicional supondría un riesgo añadido en el siempre complicado proceso de construcción de un inmueble, que ahora se minimiza con estos módulos ya prefabricados.

Para esta operación ABU cuenta con la participación de la empresa PREINCO “que se basa en la fabricación y puesta en obra de elementos prefabricados para la construcción (hormigón arquitectónico), abarcando todas las fases de la misma, desde el desarrollo de los distintos proyectos hasta el montaje de los materiales en el edificio”.
“Un elemento de prefabricado de este tipo permite la planificación, fabricación y suministro de acuerdo con las distintas fases de cada obra. Reduciendo así muy considerablemente los plazos previstos de finalización de la misma. Además de todas las posibilidades en acabados que ofrece el hormigón prefabricado, se puede personalizar el diseño de los paneles y otros aspectos como la serigrafía de textos o logotipos, ofreciendo infinidad de posibilidades al proyectista”, se destaca desde la empresa.
En el momento en el que se normalice la construcción industrial, lo lógico será que los costes de una obra se rebajen y, con ello, el precio de venta de las viviendas se relaje también. Los promotores destacan que, hoy en Cádiz, el precio del metro cuadrado de un proyecto está entre 1.200 y 1.400 euros. A esta cifra hay que unir la mano de obra, el pago de las numerosas licencias, la nómina del equipo técnico, la adquisición de materiales… por lo que al final se llega al menos a unos 2.000 euros el metro cuadrado. Si a esta cifra le unimos las ganancias del promotor, el precio final que llega al posible comprador es sustancialmente muy elevado. Se asume que hoy el nuevo sistema aún está en fase de normalización y permita rebajar todos los costes a pagar.







