Torremolinos tiene muchos lugares que ver, muchos rincones por descubrir. Sin lugar a dudas el municipio, especialmente su casco antiguo, mantiene gran parte del aspecto y ambiente que le caracterizó durante años. La calle San Miguel es sin lugar a dudas su calle más emblemática, repleta de bares y comercios que desemboca en otra animada Plaza Costa del Sol. Parar en cualquiera de ellos es siempre un acierto aunque nunca falla La Bodega (calle San Miguel, 40) o Casa Pepa (Av. Palma de Mallorca, 4). En la zona se encuentra la Torre Pimentel, de 12 metros de altura y declarada Bien de Interés Cultural.
A medio camina de ambos se encuentra también la Plaza de la Nogalera, un lugar donde reinan los bares y pubs de la comunidad LGTBI+. Para comer es una buena opción La Pepa (calle Danza Invisible, 5) y nunca resulta mala idea pasarse por Vanilla Café (Plaza de la Nogalera, 309) o Edén Night Club (calle la Nogalera, 4) para tomar algo, especialmente en este último donde los show son prácticamente diarios.
Para ver algunos de los lugares o monumentos más especiales e imprescindibles de Torremolinos podríamos partir del siempre apetecible Parque de la Batería, un inmenso jardín, ideal para ir con niños o en familia, que ofrece una vistas a la costa torremolinense ideal. En medio del lugar, un lago gigante por el que puedes navegar. Desde aquí es indispensable dejarnos caer por la playa de La Carihuela y por el propio barrio. Pasear por el paseo marítimo y disfrutar de algunos de sus chiringuitos no falla, además de dejarnos caer pocas calles de este antiguo barrio pesquero.